1. Asume que el entorno ha cambiado.
- Las cosas ya no son como eran antes así que no puede seguir haciendo lo mismo que hacías, tienes que cambiar y adaptarte al entorno. Disponte a incorporar nuevos hábitos que te den mayores posibilidades de éxito en ante esta nueva situación. Cuanto antes asumas esa premisa antes saldrás adelante.
2. Deja de buscar explicaciones.
- Quizás sacies tu curiosidad, y eso está bien, pero buscar explicaciones nunca ha cambiado lo que se tiene. Para conseguir nuevos resultados tienes que centrarte en hacer cosas diferentes. Comprender, por sí mismo, no es algo que vaya a mejorar tu situación. Saber si en el origen del problema está en el pais que resides, los especuladores en materias primas, o un grupo de conspiradores, no cambiará el hecho de que tienes que hacer tus deberes. Lo que consigues es fruto de lo que haces, y si no obtienes lo que quieres vas a tener que hacer un conjunto distinto de cosas.
3. Decide que harás lo que haga falta hacer.
- No conseguirás salir adelante si no estás dispuesto a cambiar. Tienes que aceptar que el entorno reclama un nuevo curso de acción y nuevos hábitos, y luego decidir que harás lo que sea necesario hacer. Si eso implica renunciar a ciertos hábitos de consumo, cambiar lo que comes, cómo te diviertes y qué haces en tu tiempo libre, asegúrate que estás dispuesto a hacerlo. Si no estás convencido de que harás lo que sea necesario te estás condenando a un dolor mayor del necesario. No hay merienda gratis: si quieres salir adelante, cuanto antes aceptes tu responsabilidad mejor te irá.
4. Identifica en qué situación estás.
- Tienes que comenzar a interesarte por tu economía doméstica. Recopila las facturas que tienes que pagar y captura todos los gastos que tienes durante una semana. De esta manera podrás saber qué haces con el dinero que ingresas. Es básico que conozcas qué hábitos tienes ahora mismo para poder identificar aquellos que son susceptibles de ser mejorados. Si haces cosas que no van a favor de tu mejor interés lo más efectivo es que las cambies.
5. Recorta todos los gastos que no sean imprescindibles.
- Nadie sabe qué va a pasar mañana. No somos adivinos ni tampoco nos hace falta. Lo que sí está claro es que estar preparado te pone en ventaja. Analiza tus hábitos de consumo e identifica partidas que puedes reducir. Quédate solamente con lo imprescindible y deshazte de todo lo demás. Tú eres quien decides qué cosas te parecen necesarias y qué otras pueden esperar, pero entiende que no puedes seguir gastando como hasta ahora cuando en el horizonte se cierne la amenaza de la incertidumbre. Sé conservador, ya vendrán tiempos mejores y ahorrar nunca ha hecho daño a nadie.
6. Aumenta tus ingresos.
- Tu capacidad de ahorro es la diferencia entre lo que ingresas y lo que pagas. Utiliza tu creatividad para aumentar tus ingresos y céntrate en hacer lo que esté en tu mano para conseguirlo. Piensa que en toda fortaleza hay una debilidad y en toda debilidad una fortaleza. La crisis no nos afecta a todos por igual: las tiendas de objetos de segunda mano y los negocios de cobro de morosos están facturando más que nunca. ¿Qué podrías hacer tú para aprovechar esta situación?
7. Elimina la deuda mala.
- No contraigas más deuda para hacer frente a la deuda que tienes ya. Si tienes un préstamo no pidas otro para pagar el primero. Eso tendría el mismo sentido que el dar alcohol a un borracho para ver si así mejora su lucidez. Si estás en un agujero deja de cavar, céntrate en reducir tus gastos y en aumentar tus ingresos.
8. Sé prudente en el manejo de tu dinero.
- La oportunidad de inversión del año, aparece solamente una vez cada semana, así que no te lances a mover tu dinero de forma precipitada porque te parezca que estás delante de una buena oportunidad. En estos tiempos turbulentos hay inversores profesionales que están haciendo su verano. Ya conoces el dicho: a río revuelto ganancia de pescadores. Lo que tienes que tener en cuenta es si tú eres pescador… o pescado.
9. No te dejes llevar por las noticias.
- Infórmate en varias fuentes distintas y sé prudente a la hora de sacar tus conclusiones. Lo que se publica en los medios muchas veces está diseñado para favorecer los intereses de los inversores profesionales. No te precipites y entiende que muchos periodistas que no saben qué está pasando tienen la presión de explicarlo de manera que su material sea leído. No tomes tus decisiones presa del miedo colectivo. Mantén tu cabeza fría y adquiere perspectiva.
10. Aumenta tu educación financiera.
- Algunas personas no están tan preocupadas ante esta situación como otras. Ellas se sienten preparadas y quizás hace tiempo que esperaban que algo parecido sucediera. Ahora actúan, no reaccionan. Vives en la era de la información y el conocimiento, aprovecha todo ese material que está a tu disposición para aprender a tomar mejores decisiones. Recuerda: en todo problema hay la semilla de la oportunidad.
Editado: Jesús Correa
Twitter :@JesusCorrea_45
Instagram:@JesusCorrea_45
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