lunes, 11 de septiembre de 2017

El Emperador Ruso


Roman Abramovich

- Patrimonio neto: 9,6 Billones de Dolares $ (2017)
- Fecha de nacimiento: 24 de octubre de 1966 (edad 50), Sarátov, Rusia


- A sus 36 años, compró un Chelsea casi en ruinas por US$ 200 millones y, entre el 2001 y el 2008, gobernó el distrito ruso de Chukotka. Pero estos puestos cubrieron solo un porcentaje de sus facturas. El resto de dinero y su procedencia continúan siendo incógnitas. Sin embargo, entre los datos revelados sobre su vida, se sabe que el hoy multimillonario quedó huérfano a los cuatro años, por lo que fue a vivir a Komi, en Siria, con un tío que trabajaba en una industria petrolera . Gracias a él, Abramovich empezó a relacionarse con dicho sector que, tiempo después, llenaría sus bolsillos. 

- A mediados de los años 80, estudió en el Instituto Gubkin de Petróleo y Gas de Moscú, aunque no se sabe con precisión qué carrera eligió. Por esos años, hizo sus pininos en los negocios con el comercio de patos de goma con el respaldo de sus suegros, los padres de Olga Lysova, su primera esposa (luego contrajo matrimonio con Irina Malandina, con quien tuvo cinco hijos y cuyo divorcio le costó más de US$ 300 millones). 

- Con el tiempo, incursionó en todo tipo de comercio: el de los neumáticos, el del caucho, granjas de cerdos, guardaespaldas, fabricación de muñecas, entre otros. En todos le fue bien, pero su mina de oro empezó al asociarse con el empresario ruso Boris Berezovsky, quien falleció hace casi dos años bajo extrañas condiciones. Ambos consiguieron que el gobierno de su país entonces presidido por Borís Yeltsin les vendiera a US$ 110 millones la empresa petrolera Sibneft, con la que multiplicaron su fortuna. Así, Abramovich se animó a apostar también por Aeroflot, el sector de aluminio y hasta en pequeñas acciones de canales rusos de TV. 

- Ya en el 2003, con privilegiadas relaciones en el poder de su país, logró comprar el Chelsea, incluyendo los casi US$ 115 millones de deudas. Y apenas llegó, invirtió US$ 195 millones para reforzar el equipo, frente a los US$ 3 millones y medio que se gastaron en la temporada pasada. 

2 Factores Claves De Una Persona Que Sabe Hacer Negocios

Competitividad

- Sin ese espíritu de competitividad, ya puedes olvidarte de llegar a esos niveles de fortuna en esta vida. Probablemente Abramovich no necesite otro yate, pero lo que le mueve a comprar otro más caro y más grande es debido a su nivel de competitividad frente a otros billonarios del mismo calibre. Es cierto que cada uno juega en su terreno de juego, pero con lo que nos tenemos que quedar es con las ganas de Abramovich a querer conseguir más (a pesar de que muchos se conformarían con una milésima parte de su fortuna). Sinceramente, si alguien como Abramovich puede replantearse sus metas mientras está sentado encima de su yate de 340 millones de dólares, tu no tienes excusa para no replantearte otras metas en tu trabajo y en tu vida. Si no estás motivado para hacer un esfuerzo por ti mismo, intenta tocar ese botón que todos llevamos dentro para activar ese hambre de querer ser un mejor ser humano, alguien que se merece más de lo que nos solemos creer. Para un momento y mira a tu alrededor. Date cuenta de que mucha gente que te rodea no está dispuesta a hacer ese kilómetro extra que hace falta para ser mejor. Aprovecha esta enorme ventaja y empieza a ser más competitivo. Cuando llegues a estar donde quieras estar vas a dar gracias por haber tenido esa vena competitiva, ese sentimiento de querer y ser más y mejor.

- Vistos los hábitos de consumo que tiene este fenómeno, podemos llegar a pensar que en cualquier momento puede caer en banca rota. Sin embargo, eso es muy poco probable que pase. ¿Por qué?

Diversificación

- Si vemos la cartera de empresas de este magnate ruso, nos damos cuenta como no es simplemente que “la suerte esté de su lado”. Simplemente usa la regla básica de la gestión de riesgo, la diversificación. Abramovich tiene acciones dentro del mundo de la construcción, metal, aluminio, seguros, coches, bancos y aviación. Que tenga invertido su dinero en varios sitios quiere decir que su patrimonio está mucho más asegurado que simplemente teniendo toda la inversión en un mismo sitio. De esta manera se asegura de que aunque un negocio vaya mal, otro negocio que vaya bien compensará su perdida.

- Y la diversifiación no tiene que ser solo con temas económicos. También tenemos que diversificar en cuanto a los conocimientos que tenemos. La crisis nos ha enseñado que saber hacer sólo una cosa no te ayuda mucho a la hora de encontrar un trabajo. Si, es verdad que en lo que te decidas especializar tienes que intentar ser el mejor y dominar la disciplina. Sin embargo eso no quiere decir que si tienes las tardes, mañanas o un par de horas libres al día no puedas empezar a aprender nuevas cosas. Tenemos la suerte de tener una de las herramientas más potentes de este mundo, el internet, y sería una lástima no aprovechar la cantidad de información que podemos encontrar (de calidad y gratis).

- Así que si no quieres jugartela empieza desde ya a aprender cosas de las que en un principio puedes no tener ni idea. No es imposible, solo es cuestión de tiempo.

Lujos materiales 

- Hace un tiempo, Abramovich hizo pública la lista de sus propiedades. Hasta entonces, el ruso ostentaba 22 cuentas bancarias y más de US$ 33 millones en acciones. Además, reportó 16 viviendas, nueve de ellas mansiones (en Rusia, Europa, Estados Unidos y el Caribe) y un castillo. Incluso, la prensa rusa asegura que el dueño del Chelsea cuenta con varios yates de lujo, un Airbus A380 (con capacidad para más de 800 pasajeros) y helicópteros privados. Así mismo adquirió el 24% de las acciones del primer canal de la televisión pública de Rusia, el de mayor audiencia. 

Airbus A380
 

Yates



Kensington Palace Gardens en Londres


- Las arcas y los negocios de Roman Abramovich no tienen límites. 

Hasta un Mundial de Fútbol

- El magnate fue uno de los artífices de la campaña rusa para conseguir la sede del campeonato Mundial de Fútbol de 2018. Su apoyo incondicional a la candidatura generó tantas suspicacias que varios medios de España e Inglaterra, dos de los países en disputa, insinuaron que Abramovich había "comprado" el Mundial a la Fifa. No tienen pruebas, pero lo que es sí cierto es que el apoyo de un empresario tan influyente y aficionado al fútbol garantizó el éxito de la millonaria propuesta rusa, que prometió gastar alrededor de 4.000 millones de dólares, una suma muy superior a la del resto de los candidatos, solo en remodelar y construir estadios.

Editado: Jesús Correa 


Fuentes:
-Forbes
-Grupo El Comercio

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